Desde su nacimiento, los valores han sido la energía que ha dado pulso a Transgesa. Inculcar en sus trabajadores el espíritu que durante 30 años ha guiado a la compañía es una de las claves de nuestro éxito, y por eso se merecen un espacio de privilegio dentro de nuestra casa.
Pero la declaración de intenciones de una empresa queda en nada si no está acompañada por el compromiso sincero de todos sus miembros. Por ello, convencidos del proyecto común, todos los empleados de la compañía han mostrado su identificación con estos valores plasmando sus firmas en una placa situada en el acceso a las oficinas de Transgesa.
El lugar tiene una doble significación: servir de testigo y recordatorio para todos nosotros en nuestro día a día y mostrar a toda persona que acceda a las instalaciones, ya sean clientes o proveedores, cuál es nuestra forma de actuar y comportarnos.
Las firmas de más de 50 personas emplazadas en diferentes lugares, con diferentes tareas y responsabilidades. Algunas en la oficina enfrascadas al teléfono para solucionar un problema, otras a cientos de kilómetros apurándose por llegar a un destino y aquellas de más allá mejorando procesos, preparando pedidos o gestionando recogidas. Pero todas ellas con una única misión: hacernos merecedores de vuestra confianza.
