La logística de alimentos es la que nos permite a todos ser capaces de encontrar cerca de nosotros productos alimenticios en buen estado y de diversas partes del mundo, ya sea de un productor local próximo, de un proveedor nacional e incluso de productores a miles de kilómetros de nuestros hogares.
La propia naturaleza de los alimentos hace que su logística sea muy delicada. Vamos a ver algunos de los elementos para que la logística de alimentos llegue a buen puerto.
Tres claves de la logística de alimentos
Legislación
Cumplir todos los requisitos legales es, desde luego, la base de toda logística de alimentos. Dependiendo de los mismos, estos pueden ser muy variados. Que el operador logístico cuente con el debido registro sanitario, conservar la cadena de frío en los casos en los que esto sea necesario, la autorización como manipulador de alimentos, etc.
Limpieza y cuidado de la mercancía en la logística de alimentos
La limpieza es también un requisito legal, pero más allá de este cumplimiento, la limpieza es fundamental en todo el proceso alimenticio. El buen trato de la mercancía (evitar ya no solo roturas, sino también otros pequeños golpes que puedan provocar desperfectos en los envases o productos), puede ser la diferencia entre que nuestra mercancía luzca en buen estado en los lineales de los supermercados o tenga un aspecto que cause rechazo en los posibles compradores.
Nuestra red de paletería exprés, PBX, pone un especial cuidado en este aspecto. Especialmente a través de dos procesos. El primero de ellos es la carga trasera de los vehículos en los centros de coordinación. Esto evita la presencia de los camiones dentro de los almacenes, evitando humos y, por lo tanto, aumentando la limpieza de las mercancías. La segunda es la iniciativa de Roturas 0, que persigue la reducción constante en el número de incidencias relacionadas con desperfectos o roturas de la mercancía.
Fechas concertadas y velocidad en las entregas
La logística de alimentación es muy sensible a los plazos de entrega. Por un lado, los productos perecederos tienen una cuenta atrás permanente y rápida en la que dejan de poder ser vendidos y consumidos correctamente. Pero esta pelea con el reloj y el calendario no se limita solo a los perecederos. En el resto de productos, especialmente cuando hablamos de grandes superficies, la logística está acostumbrada a tener que entregar -además de puntualmente- con citas de entrega con día y con hora.
Cumplir con estos plazos es vital para cadenas de suministro tan tensas como las de las grandes superficies y centros comerciales, que necesitan descargar gran cantidad de producto en el menor tiempo posible, a la vez de tratar de reducir lo máximo posible la cantidad de producto almacenada. Ya que esto implica, directamente, una gran reducción en los costes logísticos derivados del almacenamiento y del exceso de producto en circulación.
El gran consumo es uno de los clientes que más aprecian la diferencia en el trato de la mercancía. Por eso supone un agradable reto para nosotros, como operadores logísticos, enfrentarnos a sus necesidades y lograr darles respuesta.
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