Qué es la logística de distribución

logística de distribución

La cadena de suministro no tiene este nombre por capricho. Como toda cadena, está formada por eslabones, y hoy nos vamos a detener en uno de ellos: la logística de distribución. Según el dicho, una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones, por lo que no puedes descuidar ninguno de ellos.

Qué es la logística de distribución

En primer lugar, debemos tener claro qué es eso de la logística de distribución y qué parte ocupa en el conjunto de la cadena de suministro. La logística de distribución es la que se encarga de llevar el producto terminado hasta las manos del cliente (ayudado por los canales de distribución).

Estas funciones la diferencian, por ejemplo, de la logística de aprovisionamiento. En la que las empresas crean los procesos necesarios para abastecerse de materias primas o de los materiales necesarios para trabajar y acabar llegando hasta esta logística de distribución.

Funciones de la logística de distribución

Según Faedis, existen cuatro tareas principales de la distribución:

Transportar

El acto básico del puro movimiento de los productos. El primero que le vendría a la cabeza a cualquier persona ajena al sector y que, a fin de cuentas, seguramente sea el más esencial. La mercancía ha de pasar del punto A al punto B.

Fraccionar

Obviamente, no toda la mercancía viaja del punto A al punto B; sino que también están el C, el D… Y la cantidad de letras en la ecuación puede crecer astronómicamente, especialmente si nuestras entregas llegan hasta los particulares. La logística de distribución también diseña y ejecuta este proceso de fraccionamiento.

Almacenar

Tanto con el producto una vez acabado como en los posibles puntos intermedios se producen necesidades de almacenamiento.

Informar

¿Cuánta mercancía necesitamos en cada punto? ¿Cuánto estamos vendiendo de cada referencia, para poder planificar el punto anterior y todo el proceso previo de producción?

Canales de distribución

Los canales de distribución es el método o el entramado que las empresas diseñan para llevar sus productos hasta el mercando. Aunque un análisis exhaustivo puede encontrar otros tipos de intermediarios, nos vamos a detener en los tres más habituales:

Mayoristas

Compran grandes volúmenes de mercancía para abastecer al siguiente nivel en la distribución, que habitualmente son los minoristas. Tanto mayoristas como minoristas suponen eslabones intermedios, lo que supone una cesión en los márgenes para el fabricante. Sin embargo, si una empresa opta por realizar labores de mayorista, minorista y/o venta directa tendrá que realizar una importante inversión en marketing, personal, infraestructuras, etc.

Por ejemplo, si queremos empezar a vender nuestros productos en un nuevo país tal vez lo más sencillo y rápido sea contactar con un mayorista que ya tenga establecidas redes con minoristas que pongan rápidamente nuestros productos frente al cliente.

Minoristas

Son los establecimientos, físicos o digitales, que venden directamente al consumidor final. Son las grandes superficies comerciales y también las pequeñas tiendas de barrio. Del mismo modo, estas pueden adquirir sus productos directamente a los fabricantes o a través de mayoristas -que les aporten valor ofreciendo a su vez una variedad de productos de varias empresas, simplificando su aprovisionamiento-.

Directo

En este caso desaparecen los intermediarios y el contacto entre fabricante y cliente final para la compraventa es directo. Se puede pensar que automáticamente esta sería la mejor opción, pudiendo ofrecerse un mejor precio y no perder márgenes en el camino.

Pero no es lo mismo fabricar un televisor que tener la tienda de barrio donde venderlo, la superficie comercial con personal de venta y atención al cliente para gestionar su comercialización o la página web puntera donde adquirirlo.

Estos canales de distribución no son excluyentes, pero también hay que tener cuidado con cómo jugar con ellos. Por ejemplo, el derecho de un minorista a ser distribuidor exclusivo puede hacer que obtengamos mejores condiciones. Mientras que compaginar venta directa con minoristas normalmente hará que estos últimos nos ofrezcan condiciones más duras, ya que nosotros mismos les estaremos haciendo competencia.

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