La cadena de suministro es un lugar permeable a los riesgos. Tanto a los riesgos internos de su propia actividad como a las amenazas provenientes del mundo exterior. Los riesgos logísticos son un tema que ya hemos tratado en el blog, pero su importancia nos hace volver a ellos con asiduidad. Resilinc es una compañía dedicada al estudio y la gestión de riesgos logísticos, por lo que su informe anual es una gran ocasión para saber qué tenemos que tener en cuenta cuando miramos a nuestra propia cadena de suministro.
La gestión de riesgos logísticos de la cadena de suministro en 2019
Según Resilinc, “muchas cadenas de suministro pueden no estar lo suficienmente preparadas para manejar perturbaciones”. Y es que, en demasiados casos, la gestión y la previsión de riesgos logísticos se reduce a cruzar los dedos para que todo siga igual que ayer. Sin embargo, y por desgracia, el mundo en el que nos movemos no suele funcionar así.
La razón que da Resilinc para tomarse en serio la gestión de riesgos logísticos de la cadena de suministro resulta abrumadora. “Porque los eventos peligrosos para las cadenas de suministro globales aumentaron un 36% en 2018”, sostiene el informe. Durante dicho año se registraron 2.696 sucesos que suponían un peligro para las cadenas de suministro. De los cuales 907 supusieron un impacto en los emplazamientos de los proveedores de los clientes de Resilinc y, por tanto, necesitaron de una evaluación sobre su impacto.
Otra cifra ilustrativa aportada por el estudio es que 12.558 lugares de manufacturación fueron impactados por estos eventos; los cuales supusieron amenazas para sus cadenas de suministros. De esos 12.558 lugares, solo el 12% tenía un sitio de manufactura alternativo al que poder acudir en caso de necesidad. Entre las empresas de alimentación el porcentaje se reducía al 3% y en las dedicadas al sector de defensa y aeroespacial el número llegaba apenas al 0,4%.
Pero, ¿cuáles son estos riesgos logísiticos? El informe de Resilinc enumera cuales son los cinco sucesos más repetidos durante 2018: un incendio o explosión en una fábrica, reorganización o cambios en la gestión de la empresa, separaciones o ventas de empresas y cierre o cambios en las factorías.
Los cambios en la propiedad de las compañías, de su estructura o de su gestión acumularon el 30% de los eventos potencialmente peligrosos durante 2018. “Este tipo de eventos a menudo tiene impactos que no se manifiestan inmediatamente pero que eventualmente pueden llevar a graves perturbaciones e incluso a una pérdida total del suministro”, explica Resilinc.
Durante 2018 los cambios regulatorios aumentaron un 640%
La inestabilidad política también es uno de los actores más importantes cuando queremos evaluar los riesgos logísticos, y en el año pasado lo fue de manera especial. Durante 2018 los cambios regulatorios aumentaron un 640%, mientras que las protestas y las revueltas crecieron un 370%.
Si bien hay riesgos que parten de la propia actividad de la compañía y de los cambios de la misma, entre los peligros más externos se encuentran los desastres naturales. Es importante tener en cuenta que el hecho de que no podamos evitar que sucedan no implica que no debamos estar preparados para ellos, dependiendo de la probabilidad de que tengan lugar y del impacto que provocarían en nuestra cadena de suministro.
El informe de Resilinc incluye el top-5 de los desastres naturales más destructivos para las cadenas de suministro del año pasado: la helada de enero en Norte América, el terremoto de Taiwan en febrero de 6,4 grados, el huracán Florence, el tifón Mangkut que afectó a Filipinas, Taiwán y China, y el huracán Michael que llegó en octubre a EEUU.
Conocer, evaluar y asignar medidas y recursos es la mejor manera de prevenirnos para que estos riesgos logísticos de la cadena de suministro no acaben en catástrofe.
Consulta en el siguiente enlace los servicios logísticos de Transgesa.
