Buscar la media naranja logística no es una tarea sencilla. Sin embargo, si logras acertar puede que tu relación con tu proveedor logístico dure más que muchos matrimonios. Para que puedas dar en la diana, vamos a repasar algunos aspectos clave para comprobar que las soluciones logísticas de tu operador son las que necesita tu cadena de suministro.
Qué soluciones logísticas necesitas
Un operador logístico ofrece un abanico enorme de posibilidades, servicios y tareas. Almacenamiento, preparación de pedidos, distribución… Y cada uno con múltiples variantes. Por eso lo primero que necesitas analizar es cuáles son tus necesidades y, más aún, tus prioridades.
Imagina que vas a ver a un posible proveedor de transporte y te quedas fascinado por un almacén completamente automatizado… Solo que tú no necesitas ni almacenamiento ni preparación de pedidos. O que te apabulla con una cantidad infinita de opciones de entrega, a cada cual más rápida, pero que no te ofrezca servicio de despaletización en destino que te exigen tus clientes o el seguro a todo riesgo que tu mercancía precisa.
La especialidad de la casa
Al igual que los restaurantes, es frecuente que los operadores logísticos se especialicen en algún servicio. Puede ser la carga completa internacional, la mensajería local, el almacén en temperatura controlada, el envío de productos especialmente valiosos, delicados o de medidas especiales, etc.
Esto no significa que un operador logístico no vaya a poder cubrir diversas necesidades que puedas tener y con un servicio de calidad. Pero harás bien en elegir uno que esté especializado en la tipología de la mayoría de los envíos que realizas.
Fiabilidad
Un buen gestor comercial va a explicarte cómo puede ayudarte su empresa de transporte. Si es realmente bueno, incluso te puede ayudar a caer en cosas que no habías tenido en cuenta para mejorar tu cadena de suministro. Sin embargo, es deseable tener opiniones externas a la organización para contar con una información más objetiva.
Entre las fuentes a las que puedes acudir están otros clientes de tu proveedor o su reputación y trayectoria dentro del sector. Es relativamente fácil saber si una empresa con varias décadas a sus espaldas está posicionada como una marca de calidad o si, tal vez, está dirigida al precio, aunque sea a costa de lo primero.
Pon la vista en el largo plazo
No tiene ningún sentido esforzarse en buscar al mejor proveedor para volver a cambiar cada cinco minutos. Si el servicio que estás recibiendo es de calidad, el mantener esa relación debe estar entre tus prioridades. Mantener durante varios años la colaboración con el mismo operador logístico aporta una serie de beneficios. El personal de operaciones se conoce entre sí, mejorando la comunicación y el entendimiento, ambas compañías conocen las particularidades de la otra, el operador logístico conoce los aspectos críticos de la logística del cliente, etc.
Lógicamente, esto no significa que no debas buscar alternativas cuando no estés recibiendo el servicio que necesitas o cuando ves que un nuevo proveedor te ofrece una ventaja diferencial respecto a lo que tienes actualmente.
Cambiar de empresa de transporte es una decisión trascendental que ha de ser tomada con la mayor cantidad de datos posibles para acertar en la decisión. Pero la búsqueda de las soluciones logísticas adecuadas que necesita tu empresa es tan importante que no debes amilanarte ante estos retos.
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