El transporte puerta a puerta forma parte del día a día de muchas empresas fabricantes y cargadores que necesitan hacer llegar sus productos hasta el cliente final. Aunque el término puerta a puerta parece dejar muy claro a qué se refiere, conviene matizar algunos detalles y subrayar por qué es tan necesario.
Qué es el transporte puerta a puerta
Se conoce como transporte puerta a puerta a aquel que se realiza de forma íntegra desde el vendedor hasta el comprador. Sin embargo, aquí existen diferentes casos que pueden hacer variar qué envíos se consideran como puerta a puerta. Por ejemplo, ¿se considera puerta a puerta un envío de comercio electrónico que se realiza desde un almacén intermedio hasta el cliente final? En este caso, el envío podría no salir directamente desde el vendedor, sino desde un almacén logístico externo, pero la entrega sí se haría en el domicilio -o el lugar designado- por el comprador.
El transporte puerta a puerta en el comercio electrónico
Como ya hemos dejado entrever, el comercio electrónico es un segmento en el que el transporte puerta a puerta resulta indispensable. Todos sabemos, como consumidores, lo que valoramos que se nos entreguen en tiempo y forma nuestros pedidos online. Los vendedores digitales se juegan gran parte de prestigio y de su relación con el cliente en la parte de la entrega. Así, las principales empresas de paquetería, como Tipsa, de la cual formamos parte, se afanan en perfeccionar estos envíos. Franjas horarias, pre-avisos, avisos en caso de ausencia, posibilidad de modificar datos de la entrega, puntos de recogida, etc.
La falta de tiempo, las prisas, el deseo inagotable de una creciente comodidad, las dificultades de conciliación entre lo laboral y personal, entre otros aspectos, incentivan a la creación de estas opciones de entrega. El cliente manda y, con ello, modifica la forma en la que se realiza el transporte puerta a puerta.
Los inconterms y los envíos internacionales
Los incoterms, de los que ya hemos hablado otras veces en el blog, y los envíos internacionales están muy estrechamente ligados. Los incoterms definen las condiciones en las que se realizan las cargas y entregas, quién pagará determinados conceptos, etc. Por ejemplo, indica si la mercancía se dejará en el puerto, quién se encarga de los trámites aduaneros, los seguros de la mercancía, etc.
En estos casos, contar con un envío puerta a puerta que incluya todos los conceptos nos va a evitar muchos quebraderos de cabeza. No tenemos que contratar varios operadores logísticos o transportistas que realicen las diferentes partes del trayecto, reducimos papeleos y nos resultará más sencillo el conocer el coste final del envío, evitando sustos e imprevistos.
Para terminar, vamos a subrayar un malentendido que a veces se produce con el concepto de puerta a puerta, y es el de las despaletizaciones, las descargas manuales o el subir la mercancía -especialmente si es pesada- hasta un piso. Un servicio puerta a puerta puede no incluir la disponibilidad de realizar este tipo de servicios y lo normal es que suponga un coste adicional. Las condiciones más habituales de una entrega puerta a puerta es que la mercancía se deje -de nuevo, cuando es mercancía pesada- a pie de calle, lo más cercano posible al destino.
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