Las empresas manufactureras tienen un listado muy amplio de tareas a las que atender. Entre ellas están el diseño de productos, la estimación de la demanda y el abastecimiento de materiales y materias. Mucho jaleo que, a menudo, les lleva a prestar menos atención a la parte final: la entrega de la mercancía. Esta fijación en los primeros pasos de la fase productiva facilita que se creen ciertos malentendidos sobre las empresas de transporte de mercancías y cómo pueden ayudar a los fabricantes y a las empresas cargadoras de productos.
Mitos y malentendidos sobre las empresas de transporte de mercancías
Necesito adaptarme a las empresas de transporte de mercancías
Esto, en el mejor de los casos, serán una verdad a medias. Lógicamente cada operador logístico tendrá unas condiciones de trabajo -plazos de entrega, dimensiones permitidas de la mercancía, plataformas digitales, etc.-. Sin embargo, un buen proveedor de transporte te permitirá ser más flexible en tu operativa.
Por ejemplo, imagina que tu empresa ha previsto una producción de un determinado tamaño y su consiguiente distribución en unas fechas determinadas, pero que por problemas en la producción o cambios en los planes esas cifras cambian una vez habías planificado todo. En esos casos, entre otros, agradecerás la flexibilidad de tu operador logístico.
Si habías planificado cargar tráileres según se fuera produciendo la mercancía, tu operador podrá tratar de ayudarte buscando completar los viajes para que no se retrasen tus envíos, ni teniendo que pagar por tráileres vacíos. O tendrá más fácil adecuarse a la cantidad de espacio que ahora necesites, ya sea mayor o menor que el previsto.
Mi trabajo y mi control terminan cuando la mercancía llega al transportista
Este malentendido proviene de los tiempos en los que la trazabilidad aún era una quimera, pero se arrastra aún en nuestros días. La visibilidad en los envíos nos debe permitir conocer su estado, de forma que no sintamos que perdemos el control sobre ellos.
El almacén solo sirve para almacenar
Son muchas las empresas de transporte de mercancías que no se limitan al puro movimiento de materiales sino que también ofrecen servicios de almacenaje y de operadores logísticos. Cuando trabajes con ellas fíjate en cómo pueden aportar valor mucho más allá de ser un simple depósito de objetos. Entre las actividades complementarias están la preparación de envíos, ayudarte con la optimización de stocks, ubicar la mercancía por nivel de rotación para agilizar los procesos, reacondicionar productos, completar la logística inversa, etc.
Creer que el coste va a ser mayor que si lo haces tú
¿Para qué voy a dárselo a otro si ya puedo hacerlo yo y así ahorro costes? Esta pregunta esconde una trampa: ¿Sabes ser más eficiente que las empresas de transporte de mercancías? Las economías de escala -las que abaratan costes a través de mover grandes volúmenes- habitualmente van a jugar en favor de tu operador logístico, que con el total de sus clientes va a mover más mercancía que tu compañía. Gracias a ello le es más fácil optimizar rutas, conductores, espacio de almacén, operarios, etc. Son demasiadas las empresas cargadoras que tienen vehículos en propiedad que se pasan demasiado tiempo parados.
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