Por qué no te fías de los datos en tu empresa

Datos Logística

Todo el mundo quiere usar los datos. El Big Data está de moda, el Internet de las Cosas ha multiplicado las oportunidades de conseguir estadísticas, el blockchain promete garantizar la integridad de los datos y los logros de las empresas que ya se han lanzado a emplearlos resultan difíciles de contestar. Sin embargo, aún parece haber un freno para uso: no terminamos de fiarnos de los datos que obtienen nuestras empresas.

Así lo demuestra un reciente estudio de la consultora KPMG en el que ha entrevistado a casi 1.300 consejeros delegados procedentes de países como Reino Unido, España, Estados Unidos y Japón y pertenecientes a una gran variedad de sectores: automoción, banca, infraestructuras, seguros, manufacturas, retail, etcétera.

Desde un primer momento, estos consejeros delegados son conscientes de la utilidad de los datos y de su análisis. Los encuestados reconocen que el uso de los números va a ser fundamental para la evolución de las empresas. Hasta el punto de que el 48% de ellos considera que habrá alteraciones profundas en su sector durante los próximos tres años debido a la innovación tecnológica. Pero aún hay un salto a la hora de pasar de este reconocimiento al uso y aplicación de los datos, y no todos se atreven a darlo.

Esto resulta especialmente relevante en nuestro mundo, el de la logística, donde la integración de datos a lo largo de la cadena de suministro es cada día más importante y en el cual se producen multitud de números para poder analizar su rendimiento.

 

Por qué no nos fiamos de los datos

El uso eficiente de los datos aumenta las ventas y la rentabilidad de las empresas. Les permite conocerse mejor a ellas mismas, a sus clientes, qué hacen bien y qué hacen mal, qué es lo que sus clientes destacan de ellos, etc. Les da, en definitiva, un marco de cifras reales a partir del cual poder tomar mejores decisiones. No confiar en los análisis de datos supone actuar dándole la espalda a la realidad, además de invertir dinero en su obtención y análisis para luego no aprovecharlo.

El estudio de KPMG muestra algunas estadísticas sorprendentes que inciden en el problema que supone el no fiarnos de nuestros propios números:

  • Solo el 19% asegura no tener reservas respecto a la validez de los datos con los que tienen que tomar decisiones.
  • El 36% sostiene que no puede tomar decisiones basadas en los datos hasta que haga inversiones significativas al respecto.
  • El 45% considera que la profundidad de su conocimiento respectos a sus clientes está limitada por la falta de calidad de sus cifras.

Entre los aspectos que propician esta desconfianza está la falta de familiaridad con los números. Cuando las personas que han de utilizarlos recelan de los algoritmos que generan esos datos, y lo ven como algo oscuro, no comprenden cómo se han obtenido o no manejan el software empleado se incrementan las posibilidades de que esas cifras sean dejadas de lado. Los directivos -y no solos los consejeros delegados- deben aprender a confiar en las cifras y el conocimiento que les aportan sus departamentos de análisis de datos.

“La confianza en el análisis de datos no debería ser negociable”

¿Alguna vez has estado en alguna reunión en que se haya preguntado: “¿Y este número de dónde sale?” o una frase similar? Si es así, será una buena pista de que queda mucho trabajo por hacer respecto a la cultura del uso de números en la empresa. Como afirma el propio informe de KPMG: “La confianza en el análisis de datos no debería ser negociable”.

 

Cómo confiar en nuestros datos

KPMG propone cuatro áreas de mejora para conseguir incrementar la confianza en los datos y en su análisis.

Calidad

Lo primero de todo es ser capaz de asegurar que nuestros datos son fidedignos. Poder estar seguros de que cuando contabilizamos una variable o un proceso estamos obteniendo el dato real y de que cuando creamos un algoritmo somos capaces de tener en cuenta todas las variables que necesita para ser un reflejo de la realidad.

Efectividad

¿Estás haciendo algo con tus datos? Simplemente registrarlos, o incluso analizarlos pero sin usar las conclusiones para tomar decisiones, es una pérdida de tiempo. Es más, hará que el personal de la empresa se pregunte para qué se realiza la recogida e interpretación de números si luego no son usados.

Integridad

La protección de datos es un asunto de importancia mundial. Las empresas necesitan asegurarse de que la recopilación y el uso de los datos se realizan de acuerdo con la legalidad y a la privacidad de sus clientes. Solo una vez se hayan asegurado estas bases se puede hacer del análisis de datos uno de los pilares en la gestión de las empresas.

Resiliencia

¿Está tu análisis de datos preparado para el medio y el largo plazo? Tu estrategia para su uso debería estar pensada para el día de mañana y ser fácil de adaptar ante los cambios que pudieran surgir. Ya sean cambios respecto a la manera de recoger los datos o sobre las necesidades a las que nuestros datos tengan que dar respuesta.

 

Es muy frecuente que a la hora de usar datos para tomar decisiones las empresas crean que están mucho más alejadas de poder hacerlo de lo que en realidad lo están. Para terminar de dar este salto es fundamental introducir en la empresa la cultura de los números. Explicar por qué deben ser un punto de partida básico para la gerencia y por qué dejarlo de lado es competir en inferioridad.

También es vital realizar programas de formación. Esto servirá para que los trabajadores convivan con naturalidad con los números y para que sean más fiables a la hora de introducir datos manualmente en el sistema (el error humano sigue siendo un factor muy importante en este tipo de fallos y, por tanto, en por qué dudamos de los datos).

Otro paso fundamental es establecer con claridad los criterios de nuestras estadísticas. Por ejemplo, en el caso de la logística: ¿qué consideramos un envío correcto? Según las empresas (o en las diferentes delegaciones de una misma empresa) la definición puede variar. Algunos lo igualarán a las entregas en plazo, otros le añadirán el que no se produzcan reclamaciones, otros incluirán que todos los productos del pedido estuvieran disponibles en el momento de ser solicitados, etc. Sin unificar claramente estos criterios tus cifras nunca serán válidas. Una idea que también sirve para la integración de los diversos sistemas informáticos, que a menudo representa otra de las grandes trabas.

De cara al futuro, el análisis de datos y el Big Data no paran de ganar importancia en las empresas. En muchos casos la logística va a estar en el ojo del huracán de este cambio y tendrás problemas si este proceso te coge con el pie cambiado.

 

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