Un envío que no llega en perfectas condiciones a su destino puede ser peor que si nunca hubiera llegado. Pocas cosas pueden provocar una peor impresión en el destinatario final que las roturas de mercancías, haciendo que el desempeño del operador logístico se convierta en la imagen que se percibe de su cliente.
Así, una de las mejores maneras de mejorar esta impresión es reducir al mínimo posible la existencia de roturas y desperfectos. Pero, ¿cómo hacerlo? Mediante dos caminos que han de ir de la mano: trabajar junto al cliente, entendiendo sus particularidades y buscando el posible origen de los problemas para solucionarlo, y crear una estructura de trabajo que haga que el resultado estándar de tus procesos sea una menor presencia de incidencias.
Un pequeño esfuerzo en el embalaje vale mucho
Hay mercancías que resultan difíciles o imposibles de ubicar en un palé estándar. Un caso tan frecuente como complicado es el de las mamparas de baño. Emplear jaulas metálicas puede ser demasiado costoso por los costes de devolución y la gestión de la logística inversa. Una solución intermedia es acondicionar los palés con tablas de madera de forma que puedan hacer las veces de jaula, pero a un precio muy inferior.
Cuando hemos tenido estas situaciones, hemos trabajado de la mano del cliente en encontrar la forma adecuada para estas estructuras. Siendo el cliente el fabricante, nuestro papel consiste en evaluar en qué puntos sufre más. ¿Dónde conviene añadir un tablón más? ¿Es la madera lo suficientemente gruesa? ¿Dónde vemos que sufre más el soporte? ¿Los clavos están ayudando o, por el contrario, son demasiado grandes y llegan a partir la madera que deberían mantener unida?
Ni tanto ni tan calvo
En otro caso tuvimos que solucionar la peculiar situación de que cliente estaba haciendo de la virtud, defecto. Era muy meticuloso con su mercancía, que iba embalada a conciencia. Espuma, embalaje de cartón, etc. Sin embargo, en su exceso de celo no cayó en la cuenta de que la cantidad de embalaje provocaba que este sobresaliera de los límites del palé.
Toda la mercancía que sobresalga del palé, aunque sea su envoltorio, es un riesgo para su integridad y para la de la mercancía que viaja con ella. En este caso, la gran cantidad de embalaje provocaba que toda presión que se hiciera sobre este saliente al contacto con otros palés se transmitiera directamente a la mercancía en su interior.
La solución en este caso hizo cierta la expresión de que, a veces, menos es más. Al reducir el embalaje la mercancía volvió a entrar por completo en los límites del palé y las roturas desaparecieron.
La importancia de los procesos en las roturas de mercancía
Los procesos son vitales en las empresas. Ayudan a poner dirección y sentido al desempeño del talento humano de las compañías. También definen qué queremos hacer y de qué forma queremos destacar. En el caso de nuestra red de paletería exprés, PBX, desde el inicio teníamos claro que la mercancía debía tener el mejor trato posible. Por eso el proceso de carga y descarga de los vehículos en los centros de coordinación es siempre a través de muelle, eliminando los humos en los almacenes al no entrar los vehículos en ellos y facilitando a los carretilleros su labor.
Este cuidado hace que sectores como el gran consumo, donde los palés han de estar impolutos, hayan confiado en nosotros durante más de una década. Por mucho que se esfuercen las personas, sin unos procesos que acompañen y se enfoquen en la seguridad de la mercancía no se podrá luchar correctamente contra las roturas.
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