Contratar servicios de transporte terrestre puede resultar muy fácil o muy difícil. Puede que seas una empresa con gran experiencia, acostumbrada a ello, o incluso un particular que va a hacerlo por primera vez. O cualquier opción entre medias. Pero, sea cual sea tu caso, existe una serie de conceptos básicos que te harán la vida mucho más fácil. Y que incluso entre los más experimentados se olvidan, ya sea por la falsa tranquilidad que puede dar la costumbre o por simple descuido.
Cuatro buenas costumbres al contratar servicios de transporte terrestre
Previsión
La previsión va a ser el perfecto lubricante para tu contratación de servicios de transporte terrestre. Si actúas con previsión vas a ver cómo mejora todo: la coordinación de la entrega, disminución de imprevistos, disponibilidad de los tránsitos y coste del servicio.
Por ejemplo, a los operadores logísticos le va a ser más sencillo y más económico poder trazar rutas cuando cuentan con suficiente antelación para ello. U optar por sistemas de envíos más económicos. En el otro extremo nos encontraremos a las urgencias que tienen que resolverse como sea, dejando en un segundo plano no solo el coste, sino aspectos como el asegurarnos de la disponibilidad del servicio o de la coordinación del mismo -con destinatarios, intermediarios, proveedores, etc-.
Aclarar las condiciones en los servicios de transporte terrestre
Actuar con previsión te va a permitir además poder hacer hincapié en este punto. Con un buen proveedor de transporte la gran mayoría de envíos transcurren con normalidad. Sin embargo, por muy bueno que sea tu operador logístico, siempre has de tener claras las condiciones que tienen el servicio que has contratado.
¿Qué puntos resultan más habituales para la fricción en caso de que el cliente no los tenga claros? Uno de ellos es la diferencia entre peso físico y peso volumétrico -que se calcula dependiendo del volumen de la mercancía, cuando la mercancía es menos pesada que voluminosa-. Las empresas de transporte suelen tener esto reflejado en sus tarifas, pero es importante que se informe a los clientes de ello, especialmente a aquellos que por la tipología de su mercancía puedan acabar pagando sus envíos dependiendo del peso volumétrico.
Otro caso habitual es el de los plazos de entrega. Aunque el tránsito general pueda ser, por ejemplo, 24 horas, existen a menudo excepciones a tener muy en cuenta. Envíos a islas, poblaciones especialmente alejadas, limitaciones horarias, etc.
Contar con todos los datos
Algo tan básico que, tal vez por eso mismo, tantas veces no se toma tan en serio como debería. Los datos básicos de un envío incluyen no solo la dirección de recogida y de destino, sino persona de contacto, teléfonos, horarios y cualquier otra indicación que pueda ser necesaria para completar el porte. Esto facilita las entregas y evita problemas. Pero demasiado a menudo no se facilitan al encargado de realizar los servicios de transporte terrestre.
Necesidad de servicios adicionales
Este punto puede relacionarse con los tres anteriores. A veces en los envíos no existe información o aviso de que van a ser necesarios servicios adicionales para realizar las entregas. Esto puede ser una descarga manual, el uso de trampilla elevadora, un tráiler con lona para descargar por el lateral… Estos son problemas con muy fácil solución previa al envío, pero que si se descubren en el momento de realizar la entrega van a generar la imposibilidad de completarla, además de seguramente costes adicionales.
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