Es una historia recurrente. Una compañía al fin ha diseñado el producto perfecto. Todo encaja: se ha esforzado por conocer las necesidades de nuestros clientes, ha resuelto cómo atenderlas y ya puede poner esa solución en el mercado… Sin embargo, si no logra hacer que esta solución le llegue al cliente en óptimas condiciones, todo el resto del trabajo puede acabar siendo inútil. Por eso necesitas una buena logística externa.
Desde los pequeños comercios y startups hasta las grandes empresas más consolidadas, resolver adecuadamente la logística externa es una necesidad de primer orden para asegurar el futuro de la compañía. Por ello, dar con un proveedor de garantías que asuma esta función es un activo que no solo evitará trastornos sino que acabará marcando una ventaja respecto a la competencia.
Para ilustrar todo esto, vamos a daros cinco razones –de las muchas que hay- para contratar una solución logística de calidad.
Optimización de recursos
A menudo con la idea de ahorrar costes o con la intención de tener un mayor control sobre su producto, muchas empresas tratan de ocuparse en la mayor parte posible de sus propios procesos logísticos. Esto incluye desde micro comercios online en los que la propia persona encargada de crear el producto es la que realiza el embalaje y el envío hasta corporaciones más grandes que llegan a construir instalaciones, adquirir maquinaria especializada para la manipulación de palets o incorporar personal para desempeñar estas tareas.
Si bien hay compañías, como Amazon, que han construido sistemas logísticos de primer orden, en muchos casos la opción más efectiva sería dejar en manos de empresas especializadas al menos una parte de estos procesos. Esto se debe a que las empresas desvían recursos tanto humanos como ecónomicos de su core business – de la competencia básica que les hace diferentes y que les coloca en el mercado- para atender labores en las que no están especializados, tienen frecuentemente menos medios logísticos y, por tanto, resultan menos eficientes.
Seguridad y calidad en las entregas
Como comentábamos al inicio, de poco sirve tener el producto perfecto si no se logra ubicarlo donde el cliente lo necesita y cuando lo requiere. La continua competencia en costes aprieta a las compañías, lo que casa mal con la necesidad que estas tienen de poder asegurar unos tránsitos eficientes a sus clientes.
Contar con un proveedor riguroso y capaz de cumplir en la logística externa, tanto con los plazos de entrega como con la seguridad y buen estado de la mercancía transportada, es un requisito imprescindible. Además de ser flexible y disponer de una gama amplia de servicios para poder distribuir paquetería, paletería, carga completa, etc. Lo que exige una variedad de recursos de la que, de nuevo, los operadores logísticos contrastados tienen mayor facilidad para disponer.
El transporte es parte del producto
De cara al cliente, el trabajo que realizan nuestros proveedores acaba siendo visto como una extensión de nuestro propio producto. Para darse cuenta de ello, basta con darse una vuelta por cualquier comercio electrónico y ver cómo, en las valoraciones de los clientes, los problemas o retrasos ocasionados por el transporte desembocan en un puntuaciones y comentarios negativos de los productos.
Las empresas deben asumir que la labor llevada a cabo por su transportista acabará siendo parte de la valoración que su cliente haga de ellos. Un palet o un embalaje en mal estado se puede considerar parte del packaging del producto. Lo que vuelve a exigir el trabajar con una empresa de una calidad con la que nos gustaría que nos identificaran.
Atención al cliente
Muchas veces, las firmas tienen más miedo a la reclamación del cliente que a lo que las encuestas señalan como el auténtico problema: la incapacidad para resolverla.
Según diversas estadísticas, hasta un 95% de los clientes repiten compra si su problema es resuelto con rapidez. Es más, en algunos casos la solvencia a la hora de aportar una solución desemboca en una mejora de la impresión que el cliente tiene sobre la marca, aumentando la vinculación entre ambos aun habiéndose producido un problema.
No solo tener un número reducido de problemas sino también resolver de la mejor manera posible los que surjan es la mejor tarjeta de presentación de cara al cliente final.
Logística inversa
La gestión de devoluciones, ya sean desde un pequeño artículo de comercio electrónico o la gestión de residuos o material de embalaje, requiere un tratamiento logístico especializado y distinto al de la distribución convencional.
Una vez más, son los operadores logísticos consolidados, como Transgesa, los que van a poder certificar que todo el flujo desde la solicitud, el tratamiento, la gestión, el control de las mercancías, la confección del plan de trabajo, etc. tenga las garantías necesarias. Encontrar el aliado perfecto para tu logística externa será una de las mejores inversiones que puedas hacer.
Consulta en el siguiente enlace los servicios logísticos de Transgesa.