“Nadie es mejor empresario, padre o empleado de lo que es como persona”

José Pomares imparte su charla en Transgesa

“Para una empresa, más importante que tener a gente que haga bien su trabajo es tener a gente buena que trabaje”. Así de rotundo comenzó José Pomares el taller que impartió el 23 de septiembre en Transgesa, al que acudió personal de todos los departamentos de la empresa. Pomares es un experto en formación con más de 25 años de experiencia ayudando a empresas no solo a funcionar mejor, sino a ser felices, que es el auténtico atajo para conseguir resultados.

“El dinero no motiva. El dinero hace que vengas por la mañana a trabajar, pero no motiva. Lo que motiva es sentirse valorado, el reconocimiento, sentir que la empresa tiene un proyecto de carrera para ti… pero no el dinero. Para motivar hay que tocar el corazón de las personas”, explica Pomares.

A lo largo de la sesión, insistió en la gran diferencia entre hacer las cosas dándoles un sentido o realizarlas simplemente por cumplir. “Si solo te centras en el hacer, hacer, hacer, pero no en el ser, las cosas no van a funcionar”. Para que las empresas tenga éxito y para que los trabajadores se sientan a gusto con su trabajo, Pomares tiene clara la receta: “Hay que comprometerse a conseguir un propósito común, un fin. No limitarse a hacer una actividad, que es solo un medio. Tú puedes hacer las cosas por cumplimiento o por compromiso. Y en cumplimiento se esconde la palabra ‘miento’”.

Charla de José Pomares en Transgesa
Charla de José Pomares en Transgesa

Haciendo equipo

La idea de hacer equipo fue fundamental y se habló de cómo llevarla un paso más allá. Pomares quiso dar un vuelco a otra de las preguntas habituales que hacen las empresas: “¿Hemos ganado?”, y propuso sustituirla por “¿Cómo lo hemos pasado?”. Para Pomares, la satisfacción durante los ‘partidos’ que juega la empresa es la que de verdad va a marcar las diferencias.

Al insistir en la idea de equipo, Pomares también arremetió contra la costumbre de las empresas de centrarse en los procesos en vez de hacerlo en las personas. “¿Por qué trabajamos siempre primero las tareas y las funciones en vez de trabajar con el interior de las personas? Nadie es mejor empleado, padre o empleado de lo que es como persona”.

Para Pomares es fundamental el aspecto humano. Tanto, que anima a luchar para que el lugar de trabajo se convierta en un hogar, en un sitio donde nos sentimos a gusto y reconocidos, no un mero espacio de trabajo. “El lugar en el que pasamos el 80% del tiempo, ¿es solo una casa o es un hogar? A todos nos gustaría que nuestro trabajo fuera un hogar y responderíamos que seríamos los primeros en colaborar para ello. Sin embargo, muchas veces pensamos: ‘Yo estoy dispuesto a cambiar para que sea un hogar… Pero seguro que ese compañero y ese no lo van a hacer’. Por lo que acabo por no hacer nada”.

Cómo ser nuestros propios protagonistas

En este punto, Pomares incidió en la importancia de asumir nuestras propias responsabilidades: “Si una persona no es parte del problema significa que no puede ser parte de la solución. Y si una persona no puede ser solución, esa persona no me vale. Asumir responsabilidades significa vivir una vida más plena. No podemos limitarnos a creer que somos los espectadores de lo nos pasa”.

Pomares se considera un optimista y quiso compartir una anécdota para ilustrar cómo casi todos tenemos motivos para serlo más. “Los lunes en clase los alumnos llegan con caras largas, contando sus problemas. Así que un día decidí proponerles un ejercicio. Les hice escribir en una hoja sus problemas. Cuando terminaron, les pedí que la doblaran y que pensaran en ella como si fuera un maletín. A continuación, les pregunté quién estaría dispuesto a intercambiar su mochila con el compañero de al lado. ¡Y ninguno se ofreció a hacerlo!”.

“La experiencia no es lo que nos sucede. Es lo que hacemos con lo que nos sucede”

En el mismo sentido, a la hora de afrontar nuestro día a día, Pomares valoró nuestra capacidad para influir en lo que nos sucede. “La experiencia no es lo que nos sucede. Es lo que hacemos con lo que nos sucede”. Toda una invitación para “pasar de ser las víctimas a ser los protagonistas de nuestra vida”.

Carlos Cancela, consejero delegado de Transgesa, mostró su total sintonía con Pomares al término de la sesión: «Son las personas con su corazón y su talento quienes hacen crecer los proyectos y los dotan de la grandeza necesaria para alcanzar el éxito; y es la empresa, a través de sus líderes, quien debe proporcionar el abono y el terreno propicio para que florezca por medio del ejemplo. La confianza, el compromiso y la responsabilidad por el todo no se pueden comprar a través de un salario; son ellos quienes lo entregarán voluntariamente si la Misión, Visión y Valores de la Compañía se encuentran alineados».

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