La venta omnicanal, que se basa en llegar a los clientes a través de los diversos canales –internet, tienda física, catálogo, etc.- ofreciéndole una experiencia consistente de la marca, está obligando al sector del transporte y a la logística a redoblar esfuerzos y mejorar continuamente sus procesos y servicios.
Y es que para lograr esa experiencia consistente en el consumidor es fundamental que la logística también lo sea. Esto incluye entregas a particulares, a grandes almacenes, logística inversa, tecnologías de la información, etc. Lo que se resume en una idea: más exigencia.